Vaso ceremonial de data Colonial.

Corresponde a una pieza de adscripción cronológica Colonial, posiblemente siglo XVII, asociado a la cultural Incaica ya amalgamada a elementos estéticos hispanos la cual es definida por la asociación de elementos diagnósticos como su iconografía (formas florales o fitomorfos), y el uso de una representación policroma sobre la madera distinta a lo Inca prehispánico.

Confeccionado en madera, se puede definir como un vaso ceremonial tipo Kero, cuyo origen prehispánico se traza ya en el periodo Formativo (3.000 años AP). Para momentos tempranos de su aparición, generalmente eran confeccionados con arcilla cocida (cerámica), sin embargo son igualmente abundantes en madera tallada, ya para periodos posteriores.

De base angosta, con un diámetro menor que se sostiene en el primer tercio de la base para luego llegar a la boca con una proyección curva como una copa de labios evertidos, totalmente carente de asas. Este ensanchamiento progresivo desde la base hacia la boca caracterizará los vasos kero ceremoniales.

Esta pieza corresponde a una colección decomisada por Aduanas de Chile y Policía de Investigaciones, quienes identificaron el tráfico ilícito de este tipo de bienes patrimoniales arqueológicos en la frontera chileno-peruana.

El tráfico ilícito de bienes patrimoniales desde Perú hacia Chile ha evidenciado la existencia de un mercado negro de alto interés en bienes arqueológicos, lo cual se manifiesta en la complejidad, exclusividad, antigüedad, conservación y particularidad de las piezas que son decomisada.